La gota que derramó el vaso sucedió. Nos dijeron que a nuestros vampiros más viejos les quitarían la pensión. Era mucho el tiempo que habí...

El eco de paz

 La gota que derramó el vaso sucedió. Nos dijeron que a nuestros vampiros más viejos les quitarían la pensión. Era mucho el tiempo que habíamos aguantado sus abusos del mundo humano. Se supone que vivíamos en armonía desde hace siglos.

            Primero nos dijeron que, como tal, no éramos ciudadanos y que debíamos trabajar más horas, pagadas sí, pero saldríamos pegados al amanecer. Para los más jóvenes, el sol era tortuoso.

            Segundo, nuestras hijas ya no se sentían seguras de caminar por la calle cuando el crepúsculo se asomaba, algunas ya no habían vuelto a sus casas cuando salían a divertirse.

            Después, a nuestros peques enfermos, les dieron agua en vez de plasma. Algunos enfermaron más, pero el gobierno lo negó. Cuando mostramos las pruebas, desacreditaron a la prensa vampiro. Ese fue el cuarto golpe.

            Marchábamos a la plazuela de la ciudad para mostrar nuestra inconformidad de forma pacífica. Intentamos de todo, firmas, documentos oficiales, obras de teatro y carteles. Solo se burlaron de nosotros. Nuestros ancianos, los últimos ofendidos, iban al frente. Podía ver a algunos de nuestros amigos y colegas humanos que nos observaban desde la acera. Algunos tenían miradas de empatía y otros tantos de asco.

            Llegamos hasta la alcaldía y uno de los líderes de la marcha leyó el documento que presentaríamos al gobernador. Mientras lo hacía, noté que varios policías se acercaban al frente del movimiento... 

Si quieres saber cómo acaba este cuento, no te pierdas la antología junto a Janim Escobar que saldrá a finales de este año 2024.



0 Comments: