Él llegó anunciándose junto a su hueste maldita como dioses que resolverían todo. La esperanza fue lo peor… El mejor regalo que puedes recibir y lo primero que ellos se encargaron de pisotear. El señor maldito acabó con todo lo que amábamos y nos convenció de que fuimos nosotros mismos y nuestras propias decisiones. Conocí monstruos y terribles seres pero nadie como él… Aún tiemblo de sólo escuchar su nombre en mi mente… Y ese temblor es lo que me mantiene vivo hasta el día que acabe con él.
Khan Medina
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